Con lo que me he gastado en decoración,
¿por qué no luce mi casa?

El famoso iluminador americano Richard Kelly decía que había una luz para ver, una para mirar y una para contemplar. En primer lugar, la luz para ver es la que debe estar bien dispuesta en las mesas, sobre la encimera de una cocina o bien sobre la superficie vertical de un armario, ya que esta es la luz que nos debe permitir trabajar al ojo con mayor precisión y apreciar correctamente desde los colores hasta las letras de un libro.

En segundo lugar, la luz para mirar es la que “construye” el espacio donde nos encontramos. Se trata de la luz que define los contornos de las habitaciones, la que ilumina las paredes. Acuérdate de que por mucha luz que coloques sobre el suelo de una habitación, esta no parecerá más luminosa; es mucho más importante iluminar las paredes, que son las que nos “dibujan” el espacio. No hace falta iluminarlas todas, ¡con algunas ya es suficiente!

Por último, la luz para contemplar es la que nos encandila y abstrae. Es como la luz de una hoguera que atrapa nuestra vista y que es capaz de llenar una habitación entera con su mágica presencia. Recuerda entonces que las luminarias que coloques en tu casa, además de iluminar correctamente, deben cautivarnos y atrapar nuestra mirada.

En Gaudir te ayudaremos a escoger las luminarias que necesites para cada lugar de tu casa. Te ayudaremos a elegir la potencia adecuada y a encontrar la que mejor se adapte a tu espacio.

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